Editorial: Image
Año: 2019-20
Guion: Jason Young y Derek Hunter
Dibujo: Derek Hunter
Color: Spencer Holt
Grado: B+
Reseña: Hugo C
La reseña de hoy trata de un cómic que tiene una protagonista adolescente, conflictuada, rebelde, que busca reinventarse a contracorriente de su madre y el resto de su familia. No, esperen, no se vayan.
"Pretty Violent" ("bastante violento") es una acertadísima descripción de este cómic. El título completo en la portada es "pretty violent with lots of swears", o sea, "bastante violento con muchas palabrotas". Y es así, el contenido es exactamente lo que dice la etiqueta del frasco. Y si bien seguramente hay obras mejores, Pretty Violent se anota tantos puntos a favor que no puedo menos que darle una B+.
El título también condensa las dos características básicas de la protagonista, una chiquilina que se llama Gamma Rae: ella se mantiene bonita en base a exfoliación y máscaras faciales, y es más violenta que Lobo, Marshal Law y Deadpool juntos. No sé si decir que Rae disfruta de la violencia pero eso sí, tiene muy pocas pulgas.
Gamma Rae aspira a convertirse en una heroína, de ésas que combaten el crimen, ayudan a los indefensos y reciben el aplauso general. Intenta una y otra vez, pero no hay caso, los cadáveres se amontonan y el público la rechaza. ¿Por qué? Rae tiene poderes sobrehumanos y un bonito uniforme, pero lo que no tiene es paciencia.
Un detalle a tener en cuenta: nuestra aspirante a heroína proviene de una familia de supervillanos, uno peor que el otro. Sin embargo, todos ellos la apoyan –o al menos no la asesinan instantáneamente– y tratan de darle contención e incluso ayudarla. (Lo que no necesariamente facilita las cosas).
El nivel de violencia de la serie se mantiene hasta la última página del último número y es apabullante, aunque el estilo cartoon que usa aquí Derek Hunter –quien asimismo es el creador de la serie– hace que sea soportable. Aun así, a no engañarse: no es un cómic para nenitos. La clasificación, técnicamente, es M: "mature", para adultos.
Hablando del estilo: lo que hace Hunter con los dibujos me recuerda a Skottie Young, pero también a Keith Giffen e incluso a Sergio Aragonés. Al encarar la primera página uno duda si un estilo tan entusiasta es el más adecuado para una historia de superhéroes. Tal vez no para cualquier historia, pero sí para ésta: requiere un mínimo acostumbramiento, pero basta con leer unas pocas páginas para sumergirnos en la trama y los personajes. Posiblemente si el arte hubiese estado a cargo de Alex Ross o George Pérez este cómic no sería tan efectivo.
Pretty Violent es una dramedia, un híbrido de drama y comedia, con la balanza inclinada más hacia el lado de esta última. Si bien en esta serie los superhéroes son carne de cañón, y caen como moscas –y no hablemos del daño colateral–, el drama no pasa por ahí sino por conflictos más íntimos. El resto, lo más visible, lo más llamativo, la cobertura de este bombón, es comedia negra. Y sí, posiblemente hayamos visto o leído situaciones similares, conflictos similares, planteos similares, pero aquí las cosas no son tan obvias como uno podría creer.
La serie termina en su número 11 (con fecha de noviembre de 2020) y si bien le da un cierre a la historia y te cuelga el cartelito de "Fin" (en español), uno tiene la impresión de que aún había material para un número 12. ¿Malas ventas, falta de interés, pandemia, todo a la vez? Nada de esto desmerece a este cómic, que no sólo tiene momentos de emoción y drama sino que rebosa un humor muy, muy negro y es de muy ágil lectura.
[Nota de Arsenio Lupín: A la fecha en que se publica esta reseña, hay publicados 6 números de esta serie, pero no se preocupen: estamos trabajando para finalizarla.]
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