Editorial: DC
Año: 2020
Guion: Geoff Johns
Dibujo: Jason Fabok
Color: Brad Anderson
Grado: C-
Reseña: Hugo C
Hola amiguetes, heme aquí con la primera reseña del año, al menos en lo que a mí respecta, y va con SPOILERS. Por si no quedó claro, esto significa que si algún pobre desdichado piensa leer Three Jokers, especialmente si se ha gastado unos dinerillos en comprar el tebeo (que no es uno sino tres, como los Jokers), haría mejor en cerrar la pestañita del Chrome y echarse una partida de Candy Crush. Para darle tiempo a huir, continuaré hablando de bueyes perdidos por un momento. De todos modos, no se crean que tengo muchas ganas de hablar de Three Jokers, pero, en fin, es lo que hay.
De entrada, como para que vayan sabiendo, le cuelgo una C-, que es una calificación más bien mediocre tirando a pésima, a ver si pescan la sutil insinuación. Más allá del hartazgo y el aburrimiento infinito que me dejó esta lectura, me siento como el viejo desequilibrado que en las películas de Viernes 13 trata de advertir a los adolescentes de turno que no vayan a acampar al Lago Cristal y que en el fondo sabe que no le van a hacer el más mínimo caso y al otro día van a aparecer masacrados de las formas más horrendas y creativas. En fin, vamos con los SPOILERS y después desarrollo un poquito.
Atención, SPOILER: son tres (3), mueren dos (2), queda uno (1). O sea que seguimos como siempre. Listo, eso es todo el SPOILER. En política, a esto se le llama "gatopardismo": cambiar algo para que nada cambie. En cómic, se le llama Three Jokers. Es una voltereta olvidable que dura tres largos números, vuelve al status quo y te deja con ganas de haber leído otra cosa. Recomiendo en su lugar un tomo de Zidrou que está muy bueno y se llama La anciana que nunca jugó al tenis y otros relatos que sientan bien. Es una recopilación de historias muy bonitas y amenas… aunque, eso sí, vas a llorar un poco. Con Three Jokers posiblemente también llores de indignación por el tiempo malgastado en su lectura y que ya nunca volverá.
Pero, ¿está mal escrito, mal dibujado? No, Geoff Johns tiene oficio y los encargados del arte son competentes, pero uno se aburre inmensamente, a menos que haya nacido ayer y no haya leído ni un Mortadelo. O a menos que le gusten esos culebrones infinitos que ven las señoras de bien mientras toman su té con bizcochos.
La historia es básicamente un riff innecesario sobre The Killing Joke, A Death in the Family y otros cómics de la época, aunque el arte trata de imitar al de Brian Bolland para darle a todo una cierta coherencia. Aparecen todos los muñequitos esperables: Batman, Gordon, Red Hood, Batgirl, en fin, todos los que fueron afectados por los eventos de esas historias. Incluso aparece la señora esposa del Joker, sí, la que aparecía en The Killing Joke. Ah, sí, ése es otro SPOILER. Pero bueno, ahora está todo en continuidad, al menos hasta dentro de media hora, cuando al comité editorial se le ocurra otra crisis y/o reboot y el Joker pase a ser el hermano adoptivo de Barbara Gordon y Alfred reencarne como vendedor de garrapiñadas.
Lo peor es que una vez más se confirma que no hay caso, DC no puede dejar tranquilas a sus obras maestras. Ya se trate de Kingdom Come, de Watchmen o en este caso de The Killing Joke, estos mercaderes del noveno arte son incapaces de resistir la tentación y te publican una serie o miniserie o secuela pedorra que termina restándole valor al original.
Three Jokers es uno de tantos cómics hechos en la línea de montaje de DC, con argumentos creados por un comité y dibujados, entintados, coloreados y rotulados por ordenador, todo bonito y parejito y aburridito. Puf, si ya desde las portadas se ve que hasta los tres muñecos son idénticos.
Pareciera que DC hoy sólo tiene dos opciones en el menú para sus lectores tradicionales: o bien los trata de sacudir con superhéroes que cambian de orientación sexual, se vuelven homicidas o provocan otra mega-hiper-crisis espacio-temporal de las tantas que suelen presentarnos tres veces al año, o siguen con los dos o tres muñecos que mal que mal les han venido dando réditos económicos: Batman y el Joker. Y así, tenemos a Batman y/o el Joker hasta en la sopa, en series limitadas, reediciones, miniseries, maxiseries, unitarios, reversiones, mundos paralelos, etcétera, y tenemos cómics como Three Jokers.
El problema es que tanta exposición termina ya no quemando sino carbonizando a los personajes y aburriendo a los lectores. No es un problema exclusivo de DC, pero en este momento es muy evidente. Nótese que aún ahora que la empresa –como parte de la atroz reducción que está implementando para satisfacer a los inversionistas– ha cancelado gran parte de sus títulos, gran parte de los (por ahora) sobrevivientes son: Batman, Batman, Joker, Batman, Joker, Batman, Batman, Batman. Hasta el pobre Superman ha quedado de capa caída –y no hablemos de Wonder Woman luego del fiasco de la nueva película–, pero los murciélagos siguen en pie. En cuanto a Three Jokers, es una pieza de merchandising sin valor que haremos bien en evitar.
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