Por: Hugo C
La administración de este blog deja en claro que los comentarios vertidos o derramados en el siguiente posteo corren por cuenta y orden del autor y no representan necesariamente la opinión de los administradores de este blog. Asimismo la administración cumple en señalar que este párrafo no ha sido escrito por la administración sino por el autor del posteo, por lo cual tampoco este párrafo representa necesariamente la opinión de los administradores de este blog.
Hola amiguetes, les dejo unas pocas opiniones sobre esto de bajar y subir y tradumaquetar cómics y otras menudencias. Trascartón, un puñado de libros sobre el tema de los derechos y las copias. Ya sé que hay, o hubo, otro posteo sobre el tema, pero fue hace mucho y va siendo hora de refrescar un poco la cosa y me sabía mal dejar una ristra de comentarios en un posteo de hace ya tres años y de todos modos esto de hoy tiene otro formato y otros contenidos. No vale la pena azotar a un caballo muerto, dicen. (Igual no creo que influya demasiado en la calidad de la mortadela.)
El título alude a ese video que solía preceder a las películas en DVD y que nos mostraba diversos latrocinios: "tú no te robarías un auto… tú no te robarías un bolso", etcétera, para intentar convencernos de que era lo mismo descargar una copia de Los bañeros más locos del mundo que robarse un Mercedes Benz.
Pero no, no es lo mismo. Y tampoco lo es bajarse uno, dos o trescientos cómics. Antes de continuar, hago la aclaración de que, a pesar de lo que van a leer en el próximo párrafo –y que no es sino una reflexión–, no me interesa discutir sobre religión. Suelo dejar las discusiones para For8ner, que tampoco toca ese tema pero sin embargo disfruta y prospera en medio de la sangre derramada de aquellos comentaristas que le sean hostiles. Aún así, en esta ocasión quiero dejar mi grano de arena, mis dos centavos, como dicen los estadounidenses.
La administración de este blog deslinda toda responsabilidad por cualquier comentario sobre religión y/o de apariencia religiosa (incluyendo los sujetos pero en especial los predicados y las oraciones escritas en los siguientes párrafos) y en todo caso el asistir o no a rituales religiosos de cualquier índole (incluyendo, entre otras cosas, participar en sacrificios avícolas, quiromancia y/o papiroflexia) correrá por cuenta y orden del autor y no representa necesariamente la opinión de los administradores de este blog. Asimismo la administración afirma que sin lugar a dudas este párrafo es completamente innecesario.
Alguien –que desgraciadamente no fui yo– comparó alguna vez esto de compartir archivos con la multiplicación de los panes y los peces que cuenta el Nuevo Testamento. Me parece una buena comparación: multiplicación, no robo. Seguramente las pescaderías y panaderías de Galilea se perdieron ese día muchas ventas... o no necesariamente, ya que de todos modos, lo más probable es que esos pobretones no tuviesen dinero para comprar alimento.
Habrá quien diga: "Pero tío, le estáis quitando dinero del bolsillo a los creadores, que se pierden de hacer sus ventas y terminarán pidiendo limosna en la Puerta del Sol para poder compartir un mendrugo de pan con sus ocho hijos." Mi respuesta será: antes que nada, buenas tardes. En segundo lugar, no soy tu tío. Y en tercero, de todos modos creo que en el peor de los escenarios no se afectaría a las ventas sino en un mínimo porcentaje. (Eso, no tomando en cuenta el hecho de que es muy posible que por el contrario tenga un efecto beneficioso para las ventas.) Quien venga a decir que quien lee un cómic tradumaquetado está robando como si fuese un banquero estadounidense en la crisis de 2008, está exagerando un pelín, como si uno acusara de ser matabebés y abortera a la chica que nos acaba de devolver el anillo de compromiso, ya que ahora no nos casaremos y por lo tanto ya no tendremos esos dos, seis o dieciocho críos con los que habíamos soñado. Son las cuentas de la lechera, pero mal aplicadas.
Y conste que estoy hablando del caso de los autores independientes, no del de aquellos que cobran una suma fija de las grandes editoriales por 22 páginas al mes. En ese caso… ya tienen su dinero. Cero perjuicio. Por otra parte, uno siempre que puede compra independientes, fanzines y cómics de autor para apoyar a los que realmente lo necesitan, pero lo digital ayuda a que no nos ahoguemos en pilas de cómics leídos sólo una vez y que compremos lo que realmente nos interesa sin tener que lamentar dinero desperdiciado. A mí, al menos, no me sobra, no sé a ustedes.
También hay creadores que comparten su material en este blog motu propio. ¿No me creen? Están en la etiqueta de independientes. Y no es que coman vidrio, sino todo lo contrario. Compartir el material aumenta el mercado potencial para lo que publiquen ya sea en papel o en sus propias redes. En cuanto a los conglomerados editoriales, si hoy dejasen de compartirse estos cómics, las ventas de los supersellos (y aquellos que no lo son tanto) no aumentarían ni un centavo. En todo caso, habría menos lectores. Pero claro, las listas que se publican son las de los libros más vendidos, no la de los más leídos. Ni de los mejores.
Cuando yo era pequeño, no tenía dinero para tebeos –suenan violines de fondo–, así que tomaba unos viejos catálogos de la RCA que me había dado mi tío Vicente y me ponía a dibujar cómics del Hombre Nuclear y Superman y la Mujer Maravilla para mi consumo. Hasta el día de hoy no creo que con eso haya perjudicado la circulación de la revista en Estados Unidos. ¿Saben qué cosa sí afecta las ventas? Un mal producto.
La administración de este blog deja en claro que los comentarios vertidos en las publicaciones originales del Hombre Nuclear, Superman y la Mujer Maravilla corren por cuenta y orden de sus respectivos autores y no representan necesariamente la opinión de los administradores de este blog. Por lo tanto, habiendo escaleras a disposición del público, la administración no se responsabiliza por los accidentes que pudieran ser ocasionados por el mal uso del ascensor (por ejemplo, si se lo utiliza para cortar fiambre o lavar la ropa).
Volviendo a los panes y los peces: no se trata de que el maestro haya enviado a sus discípulos a robar pescado para luego compartirlo con la multitud, o de que le haya dado a ésta una falsificación de menor calidad –pescados de madera o panes de arcilla–, sino de una multiplicación milagrosa a partir de unos pocos panes y un par de peces. Así también hoy, partiendo de un archivo original, un cómic se multiplica en copias que son a su vez otros tantos originales. Ah, el milagro de la digitalización.
Recuerdo que hace años los videos en formato VHS solían venir con una advertencia: "exija copias originales". Epa, pensaba uno, si es copia no es original. Claro, los dueños de las productoras de video se referían a las copias no autorizadas que solían hacer los dueños de los videoclubes, esos picarones que compraban dos copias de una película y terminaban rentando 10. (Las otras ocho eran copias de las copias, y como tales, tenían menos calidad que las copias "originales", es decir, copias hechas a partir del master… que también era una copia.) Pensemos lo costoso y poco práctico que hubiese sido en aquel tiempo, por ejemplo, fotocopiar unas páginas de un cómic a color. ¡Impensable! En cambio hoy en día, si subo un archivo para compartirlo, quien lo baja adquiere una copia que es en todo igual a la que tengo yo.
¿Tu primo te pide que le consigas Black Kiss de Chaykin? No hay problema. ¿Querés que tu novia lea un par de álbumes de Tardi a ver qué le parecen? Hecho. Lo digital te permite compartir tus cómics sin tener que estar temiendo que lo devuelvan roto, ajado, con manchas… o que no lo devuelvan en absoluto. Por no hablar de que, al igual de lo que sucedió con el correo electrónico en comparación con las cartas de papel, ya no hay distancias ni demoras. Quien baja un tebeo desde Tenerife lo recibe al mismo tiempo que quien lo descarga desde Buenos Aires. Y ya no hay más agotados o descatalogados que valgan.
Y también es cierto que ahora nos enteramos casi al instante de si un cómic es bueno o malo. Quien lee un escaneo o digital de un cómic bueno, si tiene los medios, suele querer procurárselo luego en su forma física, pero quien ve que el cómic en cuestión es malo, pierde el deseo de comprarlo. Así que en cierto modo, los escaneos o ripeos actúan como una defensa preventiva del eventual consumidor. Caveat emptor. Antes, si el cómic era malo, no podías saberlo sino con el cómic ya en la mano, y a llorar a la iglesia. Es más, se suponía que el infractor en cierto modo pagaba por su supuesto delito con la mala calidad de la copia. La música copiada usando dos radiograbadores y un trozo de cable nunca sería tan buena como el álbum original, el libro fotocopiado era gris y a veces casi ilegible, el cómic escaneado salía borroso y con poca resolución. Ya no. Y eso es lo que irrita a algunos.
Antes de la invención de la imprenta sólo los ricos podían tener libros. Ahora, que la Internet nos da las herramientas para un acceso más igualitario a la cultura –y sí, los cómics son también parte de la cultura– no estaría bien comerse el pastel uno solo y no compartir, más aún siendo que ese acto de compartir no nos empobrece sino todo lo contrario. Y aclaro que no es que todo esté permitido: sigue estando mal el plagio, así como el atribuirse el trabajo ajeno y el no darle crédito a quien lo merece. No soy religioso, pero creo recordar que el mandamiento es: "No robarás" y no "No multiplicarás", así que basta de fabricar y repartir culpas, mis amigos. (A menos que sean de aquellos/as que se golpean el pecho cada vez que cruzan la calle lejos de la senda peatonal.) Y en cuanto a las leyes… varían según el rincón del planeta donde a uno le haya tocado en suerte residir. En China, por ejemplo, es ilegal reencarnarse sin permiso del gobierno. En serio.
En mi opinión –y creo que no soy el único que piensa así–, lo que se hace en este blog y en páginas y foros similares (CRG, Infinity, Outsiders, Eurocomicss, Prix, etc.) no es sino multiplicar las vías de acceso a un material que de otro modo para muchos de nosotros resultaría inalcanzable, ya sea por barreras económicas, geográficas, de idioma o incluso de espacio físico. También es una forma de preservar esos cómics, lo que no es menor. Se la mire por donde se la mire, es una labor encomiable. Como siempre, agradezco desde el fondo de mi corazón comiquero a los ripeadores, escaneadores, traductores, maquetadores, reseñadores, independientes, administradores del blog y por supuesto a Arsenio que originó este espacio y lo mantiene aceitado y en orden. En todos los casos son horas y horas y horas de trabajo invertidas y como ya se ha dicho muchas veces, aquí no hay dinero que cambie de manos y todo se hace por amor al cómic.
El tema tiene mucha tela para cortar, así que los espero abajo, en los comentarios. Hay también un posteo para quienes deseen colaborar y si alguno no lo leyó en todos estos años, a lo mejor le interese hacerlo. Hablando de lecturas, les dejo un paquetito con unos libracos que hablan a favor y en contra de los derechos de esto y la copia de aquello. (Los que se ven en la imagen y uno más. El paquetín pesa sólo 1 Mb en total.)
Lecturas recomendadas (EPUB)
Y algunas cosas más en este otro blog: