Editorial: AWA Studios - Upshot
Año: 2020-21
Guion: Benjamin Percy
Dibujo: Juan José Ryp
Color: Frank Martin Jr.
Grado: C
Reseña: Hugo C
Notarán que esta reseña es breve, y es que hace algunos meses ya reseñé el primer volumen de este cómic. Como en esa ocasión, tenemos aquí una miniserie de cinco números que nos cuenta varias historias simultáneamente; en esta ocasión, la de un médico en medio de la sabana africana, un par de niños en un puerto escandinavo, una chica embarazada que se oculta en un almacén abandonado y un grupo de narcotraficantes colombianos que trata de mantener una mínima normalidad.
Este es un grupo de historias que uno supone paralelas y contemporáneas a las de la primera tanda: no se avanza en el esclarecimiento del origen del virus ni en la búsqueda de su cura. Son cuatro anécdotas prescindibles y ya sin la novedad que implicó el formato en su momento. El motor de cada una de ellas es el suspenso –pequeño, casi intrascendente– de saber qué personaje llegará vivo a la última página del quinto número, pero, aún así, se trata de personajes condenados, sin posibilidades reales de sobrevivir en un mediano plazo, así que cualquier victoria será vacía y temporaria.
Hay cambios en el equipo que se ocupa de la faz gráfica –Ryp en vez de Rosanas y Martin en vez de Loughridge– pero el guionista es el mismo y las historias son variaciones sobre el mismo tema, y ya cansa un poco. La mejor historia, desde su resolución gráfica, es la del médico africano. En las demás, el estilo de Ryp patina un poco. Tal vez haya un tercer volumen, o un cuarto, pero nada me importa menos.